El valor de un pueblo es la conciencia de sus ciudadanos.

En una ciudad con 1.756.926 habitantes y que es una de las ciudades con mayor crecimiento en América del sur hay una gran cantidad de pobreza. Una pobreza que se puede ver en los barrios más alejados que están prácticamente abandonados. Y es en barrios como el Plan 3000 en los que se concentra una gran cantidad de personas que carecen de servicios médicos o escolares decentes.

Me sorprendió ver gente comprometida con el desarrollo de una Santa Cruz igualitaria y con una visión del futuro que es algo más que solo pensamientos, es esto lo que me motivo a escribir esta nota.

Estas personas de las que hablo no son políticos de traje ni empresarios ricos sino el futuro de la sociedad, jóvenes universitarios y de colegio que creen que querer a Santa Cruz es más que solo decirlo, más que solo seguir a las masas. Jóvenes que reaccionan cuando ven que algo no es justo. Que no dudan en poner un poco de su tiempo y esfuerzo para servir a su sociedad como un ejemplo de compromiso con Santa Cruz.

Estos jóvenes que me sorprendieron son un grupo de miembros de la Casa de la Juventud, una institución dedicada al fomento de líderes solidarios y con valores, que el pasado jueves 20 de octubre fueron al hogar “Misioneras de la Caridad” siguiendo una tradición dentro de la Casa de la Juventud de apoyar a personas como las de este hogar que se dedican a la protección de niños abandonados y con discapacidad.

Si bien acciones como esta no solucionan el problema mayor, que en mi opinión necesita de políticas sociales de cambio honestas no las que ofrece el gobierno, es sin embargo lo único que podemos hacer los ciudadanos para mejorar la situación de estas personas necesitadas. Creo yo que son acciones muy nobles y que demuestran que hay gente que todavía cree que poniendo un poco de su parte podemos crear la Santa Cruz digna que todos merecemos y me deja un poco más tranquila el saber que hay jóvenes trabajando por un futuro mejor.

 “Si quieres triunfar, no te quedes mirando la escalera. Empieza a subir, escalón por escalón, hasta que llegues arriba.”